Dejaré de lado todos los otros factores y sentidos que determinan e influyen a lo largo de la vida de un ser humano, para que éste pueda concebir su personalidad y la manera en la puede o no hacer cosas de la vida cotidiana. Los videos se fundamentan al tratar de responder la siguiente pregunta: ¿Quién sería yo, si perdiera la vista? Me agrada reflexionar sólo en la idea visual, ya que me inclino en pensar que he vivido observando mi entorno, edificios, calles, letreros, oficios, jardineras, topes, banquetas, árboles y claro, no dejando de lado los elementos extraordinarios que se generan en el contexto de la existencia de los mismos. ¿Quién no lo ha hecho?. La respuesta es obvia, mis recuerdos visuales apoyados en los demás sentidos me ayudan a recrear espacios y acciones que aunque no las haga con cotidianeidad (cambiar una llanta) se resuelven de manera casi automática. El propósito de mi ejercicio es generar un interés en el espectador por fomentar de la manera más minima, el pensamiento y razonamiento antes de nuestras actividades diarias, salir de ese enajenamiento de actuar en consecuencia de lo mecánico y cotidiano. El resultado final es reconocerme en una situación en donde la temporalidad y el espacio se ven inhibidos por el hecho de no ver el entorno. Una situación que desata conflictos de acción, pero con el tiempo y afinación de los demás sentidos se resuelve de manera satisfactoria.
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